NADAÍSMO (SEGUNDA PARTE)

LA DESILUSIÓN DEL MAESTRO

En múltiples escritos se afirma que  Fernando Gonzáles Ochoa, el filósofo antioqueño de mediados del siglo pasado fue uno de los grandes orientadores del nadaísmo. Si bien es cierto Gonzalo Arango una vez leído al filosofo se cautivó con sus ideas nitchenianas   y si bien es cierto también que Fernando Gonzáles sostuvo una amistad con el profeta, desafortunadamente y como bien queda expresado en la siguientes líneas de Alberto Aguirre y posterior carta enviada al mismo, los nadaístas mal interpretaron y abusaron  de las enseñanzas del maestro.

Tomado de Otraparte.org

“Con Gonzalo fuimos a Otraparte donde Fernando González. El maestro fue toda la vida un hombre de una ingenuidad muy bella, una ingenuidad de niño pero articulada, sin anacronismo. Y quería todo lo nuevo. Era una ambición de él, de defender lo nuevo. Y como Fernando fue un rebelde frente a todo, vio en Gonzalo y en el movimiento Nadaísta una posibilidad de puyar el sistema, que es lo que había hecho toda la vida. Ellos se aprovecharon de él. Eran unos magos para las relaciones públicas. El los apoyó, les daba consejos. Pero Fernando, en una carta que me escribió me dice, luego de un escándalo de los Nadaístas en que lo habían hecho quedar mal, que eran puro infierno y lo habían engañado. Me da rabia que digan que Fernando González es el padre de los Nadaístas. Esa carta, que yo conservo, es reveladora del juicio del maestro sobre los Nadaístas.”1

Otraparte, Agosto 12/59
Mi amigo doctor Alb. Aguirre-
Librería y editorial Aguirre-
Medellín-

     -¡Qué noche anoche! Clara, nítidamente vi que los nadaístas son etapa en mundos infernales que tendrá que vivir Suramérica—   Luego le cuento o narraré cómo y qué vi anoche en mi angustia— Pero no es de la Intimidad el aprobarlos, alabarlos, mentarlos—  Yo cometí el "delito" "inconsciente" de querer rellenar esa nada cuya motivación es la publicidad no más, con mundos sagrados... y cometí ese "delito inconscientemente" porque todos padecemos eso, somos eso... Ay!—  

Luego le narraré más largamente. Todo esto se lo escribo para pedirle esto encarecidamente: que no publique, por Dios, lo que le di para la edición del HK23 y que no vaya a darle copia a Gonzalo Arango, pues con eso que tan desagradablemente hicieron en El Espectador con mi boletica a Amilkar, estoy aterrado de que me pongan y pongan mi vivir solitario y el librito que tanto amo y que Ud. edita con tanto amor, como al lado de la "hoja del infierno de la publicidad" y de la dialéctica de para abajo.

Hasta que venga, que sus visitas son mi alegría....

                                                                                       Fernando González Ochoa 2   

EL LEGADO NADAÍSTA

No es difícil hablar del aporte dejado por el movimiento literario de los Nadaístas. Desde un punto de vista muy personal, es el único tendencia literaria innovador que ha tenido Colombia desde la segunda mitad del siglo xx, los demás, sin incluir a García Márquez, han sido solo muestras tímidas de pacatería literaria.

De los aportes significativos que se le pueden argüir al movimiento Nadaísta a la sociedad colombiana, porque debe entenderse y que quede claro, el movimiento Nadaísta no se limito a lo meramente literario, aunque fue en este aspecto por lo que es más recordado, no se deben  desdeñar  lo que se logró con el verso libre en algunos de sus  poetas como: Mario Rivero, J Mario, Eduardo Escobar y Jaime Jaramillo Escobar X-504, quienes fueron de los pocos que intentaron sacar a la poesía colombiana del parroquianismo extremo y del romanticismo intestinal, como bien lo expresa el maestro Jaramillo “tierra de copleros y serenateros, Colombia es un país cerrado para la poesía moderna”3.Como sugerencia adicional el maestro Jaramillo afirmó hace algunos años en su taller de poesía: “Hay que leer la mejor Poesía de este siglo, para no mantenerse en una literatura provinciana. No olvidemos que está finalizando el siglo XX y hay muchas personas que viven en el siglo XIX todavía”4.  Algunos de estos poetas han situado, sin temor a equivocarme, de las mejores  creaciones poéticas que haya producido la poesía latinoamericana durante estas décadas. Me refiero a los libros Baladas (1980) de Mario Rivero; Mi Reino por este Mundo (1980) de J Mario; Extracto de Poesía (1982) de Jaime Jaramillo Escobar, constituyen el aporte concreto del Nadaísmo a nuestra literatura.

“Queremos expresarnos como Cassius Clay en el Madison Square Garden. Es decir, a golpes, para que la gente nos entienda y nos ame ". Elmo Valencia - el monje loco      

De igual forma, la irreverencia y la prosa elegante en la narrativa son aportes que se podrían menciona, dentro de los exponentes que sobresalieron se podrían citar nombres como: Amilkar Osorio, Humberto Navarro, Eduardo Escobar, J Mario,  y Pablus Gallinasus Y Gonzalo Arango.

Los anteriores fueron aspectos valorados de los nadaístas respecto a la literatura y, por lo cual hoy,  es triste observar que luego de 35 años aun se mantiene en la memoria del olvido algunos escritos, los cuales no fueron publicados en su tiempo, incluso, aquellas que ganaron premios no salieron, ni inspiran obras ni películas. Es el caso de “Islanada” Hace casi 35 años ganó el primer premio en el concurso de novela de la Editorial Tercer Mundo y aun continua inédita.

 

Ahora bien, retomando la idea del legado social de este movimiento vanguardista, el cual se amparó sobre la tesis de “sacar al país de un letargo exasperante”5 según palabras de Elmo Valencia. Y la mejor manera para encontrar este fin, los nadaístas se valieron de una ‘estrategia’ si se me permite el termino, los cuales se basaron en los impactos mediáticos, ya descritos con alteridad y que fueron patrocinado por medios impresos como El Periodito El Tiempo y El Espectador, los cuales le abrieron sus páginas para impregnar  con tinta de sarcasmo sus dardos contra el orden establecido.

Fue precisamente este modo de accionar, tan criticado por medrosos que nunca se salen de sus ropas impecables,  el que generó un cambio fundamental dentro de una juventud mojigata con marcaras sacrílegas, las cuales se cambiaron por mascaras de libertad, librepensadoras, mascaras sin morales anacrónicas, mascaras que sólo obedecían a los dictámenes de su naturaleza de jóvenes ansiosos por vivir, vivir... Cambios que nosotros “las nuevas generaciones” recibimos como insumo de “la revolución en la forma y en el contenido del orden espiritual imperante en Colombia”6 iniciada por Gonzalo Arango y que de no haber sucedido, quizás, quien lo sabe.... la sociedad colombiana habría demorado un poco más en salir de su modorra tradicionalista y pacata en la que estábamos sumergidos.

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1 Alberto Aguirre, Gonzalo Arango, tomado de la pagina web www.gonzaloarango.com.

2 íbid.

3 Roca Juan Manuel, “El Nadaísmo”, Manual de Literatura Colombiana, Editorial Plantea, Bogotá, 2000, p306

4 Acebedo Juan Carlos, “Diario de un Taller de Poesía con Jaime Jaramillo Escobar”, Revista Imago/16, Medellín, Diciembre de 1994, p39. 

5 José Hernández y Héctor Rincón, “El abc del Nadaísmo”, Lecturas Dominicales, El Tiempo, Bogotá, septiembre 11 de 1988, p12.

6 Primer Manifiesto Nadaísta, tomado de la pagina web www.gonzaloarango.com.